Bibliografía multidisciplinar de la frontera hispano-portuguesa

Colección de canciones y adivinanzas recogidas en la provincia de Salamanca.

ÍNDICE: Dedicatoria | Razón de esta obrita | Sección primera. Canciones de niñez | Sección segunda. Acertijos | Sección tercera. Canciones religiosas y filosóficas | Sección cuarta. Canciones históricas, geográficas y jocosas | Sección quinta. Canciones amorosas | Sección sexta. Canciones carcelarias | Sección séptima. Canciones de bodas | Sección octava. Canciones de matrimonio 

[Resumo extraído da fonte]

Durante un més - de 17 de Maio anté 19 de Junho - Marcus Miranda (outro seudónimo de un autor mi coincido) ambiou pa l Fórum de l Sìtio de l Mirandés binte traduçones de poetas lhatinos. Esses binte poemas, culs sous comentários, custituen ya ua unidade que mercie un spácio própio. Ende stá.
L'eideia (i l trabalho que dou) fúrun de l webmaster deste sítio.

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El Gobierno Provisional establecido en España tras el destronamiento de Isabel II, presidido por el general Serrano, con el general Prim en el ministerio de la Guerra y con Ruiz Zorrilla en Fomento, decretó (24-X-1868) la libertad de enseñanza y se inició un corto período de laicización. Los progresistas mostraron una gran preocupación por la educación, especialmente por la segunda enseñanza. Al amparo de este Decreto y del de 14-I-1869 se crearon los Institutos Libres de Segunda Enseñanza. En la Baja Extremadura el número de estudiantes de esta etapa no superaba el millar. De modo que los Ayuntamientos de Don Benito, Jerez de los Caballeros y Zafra, para extender la Segunda Enseñanza en sus localidades, decidieron establecer Institutos Libres bajo su égida económica y con el control académico de la Universidad. Palabras clave: Libertad de enseñanza, progresistas, Instituto Libre de Segunda Enseñanza, Ayuntamiento, Universidad, laicismo.

The Provisional Government established in Spain after the dethronement of Isabel II, chaired by General Serrano, with General Prim in the Ministry of War and Ruiz Zorrilla in Development, decreed (24-X-1868) freedom of teaching and began a short secularization. Progressives showed great concern for education, especially secondary education. Under this Decree and 14-I-1869 the Free Secondary Education Institutes were created. In Lower Extremadura number of students in this phase not exceeding one thousand. So the municipalities of Don Benito, Jerez de los Caballeros and Zafra, to extend the Secondary Education in their seats, decided to establish Free Schools under its aegis economic and academic control of the University. Keywords: academic freedom, progressive Party, Free Secondary School, City University, secularism.

[Resumen extraído de la fuente original]

La ocupación del territorio extremeño culmina a mediados del siglo XIII. El alejamiento definitivo de la frontera, desplazada en cuestión de una decena de años hacia Andalucía, convierte al territorio extremeño en un objetivo básico en el proceso de colonización iniciado con anterioridad tras la conquista de Coria en 1142 y la fundación de Plasencia en 1186./.../ Los cambios producidos en un espacio tan breve de tiempo habían dejado tras de sí un espacio relativamente organizado. Villas y castillos constituyen los ejes fundamentales desde donde se procede a la ocupación de zonas rurales. Junto a esta articulación de los centros habitados y de poder, los privilegios forales apoyaban la llegada de población, que de forma individual o colectiva se iba a ir asentando en los nuevos territorios controlados militarmente.

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En el año 1993 se cumplió el séptimo centeranio de la construcción de los castilllos de Cumbres y Santa Olalla. Con tal motivo, las Jornadas del Patrimonio de la Sierra de Huelva se celebraron en uno de los lugares donde se situaban las fortalezas: Cumbres Mayores. Como era lógico teniendo en cuenta la efeméride, los estudios sobre las citadas fortificaciones debían de tener un lugar central en el programa, razón por la cual los organizadores nos invitaron, durante la segunda mitad del año 1992, a participar con una colaboración que habría de atenerse a un perfil muy definido. Dichos organizadores conocían nuestros trabajos anteriores y nuestra dedicación al reinado de Sancho IV, así que supusieron que éramos los más indicados para recrear el marco genérico de la política internacional, pero en especial el de las relaciones castellano--portuguesas a finales del siglo XIII. El contenido de este encargo, puesto en relación con el contexto en el que se producía - el séptimo centenario de los castilos-, evidenciaba que se partía de una premisa muy clara: el levantamiento de las fortalezas de Cumbres y de Santa Olalla estaba estrechamente conectado con las vicisitudes de las relaciones entre Castilla y Portugal, dándose por supuesto la existencia de alguna crisis militar o fronteriza que habría justificado el programa de construcciones que se puso en marca en noviembre de 1293. La labor que se nos encomendaba era, precisamente, la reconstrucción de aquel marco de relaciones políticas.

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He preferido limitar el ámbito de estudio a la provincia salamantina con la intención de conocer con más fundamento la eficacia que tuvieron las medidas ilustradas. Nos interesa quedarnos en el simple recuento de unas cuantas normas (recogidas o no en la Novísima Recopilación) o especular con los objetivos de dicha legislación a partir de sus preámbulos. 

Si no conocemos con algún detalle los grupos sociales que presionaban ante el Consejo de Castilla para conseguir una legislación favorable a sus intereses (y la eficacia de estas disposiciones) se corre el peligro, por ejemplo, de atribuir a las cédulas emanadas del Consejo desvelos paternalistas para defender el campesinado arrendatario. Más discutible es aún suponer que tales disposiciones fueron los prologómenos de la liberalización económica del siglo XIX. Así - convirtiéndo la historia en ideología- lo interpretó hace unos cien años M. Danvila y Collado al presentr la obra de Carlos III bajo la "influencia de la verdadera doctirina económica" en un momenot en el que el sistema lieral campaba ya por sus respetos. 

Centrar la investigación en un espacio relativamente reducido ofrece más posibilidades para conocer los nombres y apellidos de aquellos hombres que pedían o se oponían a la "ley agraria". No hay que temer, por otra parte, los peligros del localismo: fueron los sexmeros y procuradores de la tierra de Salamanda, Ledesma y Ciudad Rodrigo quienes más importunaron al Consejo de Castila y la mayoría de las disposiciones ilustradas sobre el régimen de arrendamientos tuvieron como ámbito de aplicación estas comarcas. 

Esta comunicación empieza por situar algunos cambios en la población y producción antes de 1750 con las inevitables referencias al tema de los despoblados. No he tenido más remedio que extenderme en ello si queríamos saber sobre qué estructura social iba a incidir la acción de los ilustrados cuyas principales líneas de reforma se exponen en el apartado 2. Después de analizar qué grupos podían beneficiarse o no de tales medidas, se estudia la actuación del Consejo de Castilla en un largo pleito que enfrentó a rentistas y grandes arrendatarios. 

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En la actual Baja Extremadura, en las antiguas encomiendas de la zona emeritense, dos núcleos tuvieron un papel decisivo en el nacimiento de esta zona geográfica: las villas de Lobón y Montijo. Reconquistada Mérida en 1230 por Alfonso IX, se iniciaba todo un proceso de reorganización del territorio, siendo el primer objetivo su repoblación. Al leer las crónicas y pasar al estudio de las localidades que se encontraban a ambas orillas del Guadiana y cercanas a Mérida, nos encontramos con narraciones de momentos sorprendentes, no ya por el asedio musulmán, sino por la incursión de un ejército portugués que en determinadas ocasiones puso en serio compromiso la capacidad de albergue de pequeñas ciudadelas como las que existieron en localidades -hoy no existe rastro de nada de ello- como Lobón, enajenada rápidamente de la encomienda emeritense de la Orden de Santiago y núcleo de extraordinaria importancia entre los siglos XIV y XVII. Lobón, cuyos orígenes algunas crónicas sitúan en el año 1221, contó con una fortaleza que sirvió en más de una ocasión como lugar de refugio a los moradores de las aldeas, villas y localidades de alrededor, por ejemplo en los enfrentamientos bajomedievales con la vecina Portugal. Este sería el primer extremo de un marco cronológico que nos llevaría finalmente hasta el 25 de mayo del año 1644, cuando Montijo y Puebla de la Calzada sufrieron realmente los problemas de secesión de Portugal al ser invadidas por el ejército portugués.

ABSTRACT: In present day Lower Extremadura, in the old land properties once owned by the military orders around Merida´s area, there were two towns that played a decisive role in the birth of such a geographical zone: they were Lobón and Montijo. Once Mérida was reconquered in 1230 by Alfonso IX, a process of reorganization of the territory began, having as its first objective the resettlement of new population. When we read the chronicles and study the towns situated in both banks of the river Guadiana and close to Mérida, we find descriptions of amazing moments, due not to the Muslim besiege, but because of the incursion of a Portuguese army which on particular occasions set on serious trouble the capacity of refuge of small citadels like the ones that existed in villages like Lobón -today there is not a trace of them-, which was quickly alienated from the control of Orden de Santiago and which was a very important location from the 14th to the 17th centuries. Lobón, whose origins are situated in the year 1221 by some chronicles, had a fortress which was used on many occasions as a shelter by the inhabitants of the neighbouring villages, as it happened during the battles that took place during the later Middle Ages against the neighbour Portugal. This location would be the beginning of a chronological line that would finally lead us to May 25, 1644, when Montijo and Puebla de la Calzada really suffered secession problems after their invasion by the Portuguese Army.

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Um tipo de estudo que se revela extremadamente aliciante e de resultados sempre compensadores, é o recurso aos itinerários para se estudar a acção governativa de dado monarca durante a sua passagem por determinada localidade ou região. É um trabalho que obriga o autor a contactar com realidades de ordem muito diversa, desde a história local à social, passando pela política e pela mental. O mote foi já lançado em 1982 num artigo de José Marques sobre a "acção governativa de D. Afonso V durante a sua visita ao Minho, 1462". O autor, baseando-se nos primeiros 60 fólios da chancelaria daquele monarca, elaborou o respectivo itinerário num período de quatro meses (12 de abril a 3 de Agosto), estudando com profundidade e rigor os diversos aspectos que pautaram a governação do Rei "Africano" durante esse memsmo período. Infelizmente, o belo estudo do erudito professor da Faculdadee de Letras do Porto não serviu para que outros historiadores lhe tivessem seguido o exemplo. Com uma preocupação completamente diferente, Luís Miguel Duarte apresentou em 1988 uma aliciante comunicação sobre o expediente da chancelaria de Afonso V num curto espaço do tempo, alertando os especialistas para uma série de questões extremamente pertinentes. Ao folhear os Itinerários de D. João I, lembrei-me de, conjugado os exemplos dos artigos de José Marques e Luís Miguel Duarte, fazer algo semelhante para o período de 2 a 26 de Março de 1387, e que o Rei "de Boa Memória" passou em diversas localidades de Trás-os-Montes.

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Não são muito frequentes as pontes romanas em Terras de Bragança, o mesmo é dizer que no Nordeste Português, apesar de terem sido atravessadas por mais do que uma via e de serem bastante frequentes os cursos de água (embora de pouco volume e duração, nas zonas planálticas de Miranda e Mogadouro) sobretudo no Norte e Sul e nas zonas mais acidentadas entre as confluências dos rios Sabor e Tua. Deve ter sido um facto geral as vias romanas da região bragançana, no princípio da ocupação, seguirem sobre os carreiras trilhados pelas gentes castrejas, as «breias», ou «vereias» (de «vereda»( m)), evitando o mais possível os grandes cursos de água. Quando surgiram depois os grandes centros administrativos ou militares, como Astorga, Bracara, Aquae Flaviae, e as explorações dos grandes centros mineiros das Médulas, no Bierzo em Leon, de Três Minas, em Vila Pouca de Aguiar e do ferro no Roboredo, perto de Moncorvo, aumentaram os volumes e as necessidades de transportes. As legiões viram-se, com certeza, obrigadas a encurtar e forçar algumas passagens de rios, montes e desfiladeiros, construindo pontes e calçadas em zonas íngremes e dificultosas, algumas das quais ainda perduram como a de Murça, talvez a de Alpajares perto de Freixo de Espada-à-Cinta, e algumas pontes entre Chaves e Braga, esta a que nos vamos reportar entre Bragança e Valpaços, ainda serve o grande trânsito dos nossos dias, na antiga via de Braga a Astorga, por Aquae-Flaviae. As grandes obras de arte impuseram-se, no traçado das grandes vias.