Juego de muchachos, que consiste en colocarse de bruces uno, al cual los oros le van dando golpes suavemente en la espalda, alternando con el codo y los nudillos de los dedos y diciendo a la vez: Socoquín, sococán, de la vera vera van, del palacio a la cocina, dime ahora cuántos dedos tienes encima.